Por Génesis Gatica
La sabiduría de Dios es perfecta y no hay cómo contradecir eso. Cuando creó al ser humano lo hizo pensando en cada pequeño detalle para un funcionamiento idóneo tan exacto y maravilloso que va más allá de nuestro raciocinio humano.
¿A qué quiero llegar con esto? He escuchado más de una vez a través de la gente que hay alrededor y que despierta la conversación, de que ya está haciendo ejercicio o que está en clases de danza en tal o cual centro de entrenamiento porque más que ser un profesional en el deporte o en la danza, busca mantenerse en forma.
Bueno, no encuentro absolutamente nada de malo en eso. No siempre se busca la danza para ser un profesional en la disciplina, puede simplemente ser un medio para mantenerse activo, estar en forma y de paso poder disfrutar un rato entretenido con gente agradable.
La situación principal es que cuando la conversación avanza y la gente muestra sus “conocimientos” en el tema, argumenta que el ejercicio en general, sobretodo la danza, es un excelente medio para convertir más rápido la grasa en músculo y que cuando se deja de ejercitar, el músculo nuevamente se transforma en esa molesta e indeseable grasa.
¿Qué hay de cierto en esta creencia?
Absolutamente nada. En este sentido la cultura del ejercicio ha desempeñado un papel importante en el desarrollo de un sinfín de mitos y creencias que se derivan de la pérdida de peso ya sea por salud o estética, y algunos de ellos giran en torno al desarrollo muscular.
Seguramente más de una vez han escuchado (y no solo yo) que la grasa posee esa gran cualidad de convertirse en músculo y viceversa. Pues como lo comenté, esta relación es completamente falsa ya que el tejido muscular y el tejido graso son completamente diferentes y no tienen esa capacidad de trasmutación.
Los músculos del cuerpo están formados en un 75 por ciento aproximadamente por proteínas que se obtienen a partir de la alimentación y las grasas suelen formar parte del total del peso corporal entre un 15 y 30 por ciento y esto depende de la constitución física y sexo de la persona.
La explicación correcta
La única relación que hay entre estos dos tejidos es que las grasas son una fuente importante de energía del cuerpo y es a través del tejido graso que los músculos obtienen la energía suficiente para realizar el ejercicio. Es por esta razón que la gente hace dicha asociación entre los tejidos y su transformación.
Una vez que se lleva un régimen de ejercicio hay una utilización de las reservas de grasa, éstas se queman y disminuyen mientras que el músculo se desarrolla a través de una correcta alimentación y de los ejercicios físicos enfocados a su fortalecimiento.
Por otro lado el sedentarismo; es decir, la falta de actividad física, provoca un crecimiento de las reservas de grasa y como efecto colateral se tapan los músculos dando la impresión de que el músculo ha sido convertido en grasa.
En pocas palabras, el músculo nace, crece, se fortalece y muere siendo músculo y la grasa también hace lo suyo bajo su condición natural, ya que de ser verdadera la premisa de este artículo tendríamos la solución a enfermedades que debilitan y destruyen el músculo.
Con una correcta información podemos ir derribando mitos acerca de nuestra salud y funcionamiento del cuerpo, la danza es una actividad completa que puede beneficiarte en todos los aspectos y mientras lo hagas con la dedicación correcta, ya sea por profesionalismo y disciplina o solo por entretenimiento pero con constancia, podrás ver grandes resultados que a largo plazo eviten futuras enfermedades.
Academia de Danza & Artes Creativas. 2017