Los fracasos no definen quién soy, lo que me define es quién decido actuar y ser.
Iniciamos con una gran frase, pero vivirla es otra historia. Enfrentarse a las circunstancias complicadas de la vida es tragar en muchas ocasiones un bocado amargo, que termina en sollozos, desesperación y frustración.
Las buenas noticias es que todo pasa en esta vida, los momentos buenos vienen y se van, pero también los malos.
La vida nos permite tener momentos poco agraciados para aprender a disfrutarla, la clave está en la forma en cómo ves las cosas. Si cambias la forma de pensar el problema y lo ves de forma diferente, lo que ves un caos quizá tenga la palabra: reinvención, cambio u oportunidad.
Anímate, cada ser humano en algún momento de su vida pasa por circunstancias complicadas, vivencias que no siempre terminan en victorias, sino en grandes lecciones que sí bien las aprendes te ayudarán a ser mejor; porque en cada experiencia aprendes a tener más fortaleza.
Trae a memoria en tus tiempos de Adoración la cita de 2 Corintios 12:9-10: …me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.
Guarda esto: Eres lo que actúas, actúas y reaccionas conforme a la dirección que das a tus pensamientos. Cultiva tu mente y fortalece tu actuar.
Rocío Hernández. Academia de Danza & Artes Creativas. 2019