Por Génesis Gatica
A nivel de actividad física, movimientos como saltos, estirar, doblar y girar traen consecuencias en el estado de las rodillas y después de una sesión de danza pueden sentirse cansadas pues son las articulaciones que absorben todo el impacto de los movimientos ya sea estando de pie o durante los saltos.
De cuerdo con expertos es importante conocer la anatomía y funcionamiento de las rodillas con el objetivo de tener mayor cuidado de ellas antes, durante y después de tus entrenamientos, conociendo cómo cuidarlas también en caso de que estén lesionadas.
Conozcamos un poco de anatomía
La rodilla es la articulación que une el fémur con la tibia y se trata de la mayor y más compleja de las articulaciones del cuerpo humano.
Si se analiza desde un punto de vista funcional, la rodilla ha de conjugar dos objetivos casi excluyentes entre sí, como son la gran estabilidad y resistencia al peso que tiene que soportar y la movilidad suficiente para trasladarlo.
Hablando desde un punto de vista de estructura, la rodilla está constituida por dos articulaciones reunidas por una cápsula común.
Existen además ligamentos llamados anterior y posterior cruzados, medio y colateral, y los ligamentos cruzados le dan estabilidad a la rodilla pues unen el fémur con la tibia.
También encontramos lo que se conoce como meniscos y funcionan como una especie de almohada en el interior de la rodilla, son cartílagos fibrosos que protegen a los huesos de no chocar entre ellos al recibir el impacto de movimientos bruscos como algún salto.
El cuidado en la danza
Una vez que comienzas a moverte, los ligamentos anteriormente mencionados se encargan de proporcionarle estabilidad a la rodilla, y para esto necesitan estar calientes y flexibles antes de iniciar movimientos con impactos fuertes.
Es a través del fortalecimiento complementario de otros músculos de las piernas que la protección de estos ligamentos será más eficiente.
Para prevenir lesiones existen dos factores principales que intervienen en su cumplimiento:
- Internamente
Se protege la rodilla teniendo una adecuada condición física.
El desarrollar los músculos que protegen a la rodilla se evitarán lesiones continuas.
Los expertos consideran necesario calentar y enfriar en cada clase para tener preparados los ligamentos para los próximos impactos.
Es necesario conservar especial atención en la colocación corporal con el objetivo de evitar movimientos en falso que puedan perjudicar el funcionamiento adecuado de la rodilla.
- Externamente
Como se había mencionado en publicaciones anteriores, procura que tus clases, ensayos, funciones o prácticas sean en un piso especialmente diseñado para la danza y que tu calzado sea el adecuado para la actividad ya que si se acostumbra a saltar en piso de cemento o piedra y correr sin los zapatos adecuados es seguro que causas un impacto negativo en tus rodillas.
Si ya tienes una cierta debilidad en las rodillas puedes protegerlas a través de medios ortopédicos como rodilleras, éstas permiten la movilidad y le dan un soporte adecuado con el que se puede calentar. Además es necesario que te mantengas consciente en todo momento de la alineación de ésta.
No olvides que entre más cuidado tengamos de nuestro cuerpo, nuestra danza tendrá la excelencia que buscamos, sobre todo porque se trata de nuestro instrumento de adoración.
Academia de Danza & Artes Creativas. 2017.