Por Eli Jerónimo
Tanto en tierra, aire y agua hay animales que viven en manada. Elefantes, aves, garzas, delfines, abejas, hormigas… la lista es larga.
¿Por qué? Aquí me voy a enfocar en un punto en especial: la protección.
Imagina que tratas de agarrar una abeja y de repente ya estás rodeado de cientos tratando de picarte. ¿Por qué? Porque protegen a su compañera de un posible ataque. Lo mismo pasa con las demás especies. Por algo Dios ordenó a los animales en manada.
Pero, ¿qué pasa con el ser humano? ¿Sucede lo mismo? ¿Está solo o alguien pelea por él?
Permanecer dentro
Hay una ilustración que me encantó cuando la escuché y te la contaré: Imagina una manada de cebras en una gran pradera, de repente entra sigiloso un león. El león no ataca a la manada porque podría salir lastimado o muerto, él busca a alguien que se haya alejado de la manada para atacar. Aquí el punto crucial: el poder de la manada consiste en permanecer dentro, quien se aleje de ella corre peligro.
Nuestra vida cristiana es algo similar. Primero, debemos permanecer bajo la cobertura de Dios; segundo, contar con un grupo de personas que en oración intercedan unos por los otros.
En Marcos 2 ocurre un hecho que me recuerda está ilustración. Dice que cuatro personas subieron a un techo, lo rompieron y bajaron a su amigo paralítico para que Jesús pudiera verlo.
Buscar a Jesús
Quizá suene rara la relación, pero eso es lo que hace una “manada/amigos” te ayudan a buscar a Jesús. En Marcos 2:5 (TLA) dice: Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al paralítico: «Amigo, te perdono tus pecados».
Sin sus amigos este chico no hubiera sido perdonado sus pecados y después sanar su aflicción física. Nosotros somos un cuerpo en Cristo, no ignores el dolor, las dificultades, problemas, carencias que viven tus compañeras.
Como león rugiente
¿Recuerdas 1 Pedro 5:7-9 (NTV)? “Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar”. ¿Ves? Cuando nos alejamos de la presencia de Dios nos alejamos también del cuerpo de Cristo. Si notas que alguien se está alejando de la manada ora y ve por esa persona.
Oremos juntas. La danza nos une, pero Cristo nos sostiene.
Academia de Danza & Artes Creativas. 2017.