Por Eli Jerónimo
Una de las definiciones de la palabra brillar es lucir o sobresalir en alguna cosa. ¿La pregunta es: ¿qué hace brillar a una persona? ¿Qué hace brillar a un danzarín?
Mateo 5:14 al 16 dice así: «Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo».
Sin duda, tú posees una luz que te hace brillar en donde estés (no sólo cuando danzas), y esa luz proviene de Dios. Él es quien nos hace resplandecer: te mueve a ayudar, a sonreír, a danzar con gozo, a tener siempre esperanza. ¿Por qué? Porque la Palabra de Dios alienta tu espíritu y corazón.
¿Se vale el desánimo?
Todo esto es grandioso; no obstante, como humanos también vivimos tiempos de angustia, tristeza, desánimo, confusión y más… ¿Se vale? Por supuesto, Dios nos creó con emociones y sentimientos.
En momentos de desánimo recuerda que Dios también puede usarlos para afirmar, crecer y madurar tu fe. Y no solo eso, también podemos ver cómo Dios nos tiende la mano para experimentar su amor inigualable. Y eso, no tiene precio.
¿Sólo positivismo?
Mucha gente sonríe todo el tiempo como si nada le afectara, incluso en medio de los problemas se muestra “positiva”. Sin embargo, sonreír siempre no significa estar bien… Negar algo que anda mal sólo estanca el crecimiento y aprendizaje.
Por supuesto, los danzarines no están exentos de pasar momentos tristes ni tampoco problemas. ¿Recuerdas el versículo que dice: “…adorarán en espíritu y en verdad” (Juan 4:23)? Pues aquí también aplica, un verdadero adorador se postra, llora, abre su corazón al Padre. A pesar de la dificultad, el danzarín debe alabar a Dios, honrarlo, ser agradecido en tribulación.
Tu refugio
Te invito a refugiarte en Dios en esos momentos de desánimo. Que sea Él quien consuele tu corazón. Haz una cita con Él hoy mismo y disfruta de un tiempo con Aquel que te hace brillar.
Brilla no solo cuando estás alegre, sino también en medio de la tribulación. Dios es tu fortaleza, y te llama a esforzarte, ser valiente y esperar en ÉL (Salmo 27:14). Sin duda, la gente que te rodea no verá en ti el “positivismo”, sino a Dios obrando en tu vida.
Academia de Danza & Artes Creativas. 2016