La motivación correcta

Pastor Raúl Lugo

Cuando venimos a los pies de Jesús, al conocimiento de Dios, comienza a brotar – casi naturalmente – un deseo por servirle, por poner nuestros dones y talentos a su servicio. ¿Recuerdas los días después de haber sido salva?, seguramente algo más que sangre latía por tu corazón, se llama pasión por servir al Reino de Dios.

A lo largo del Ministerio, llevo más de 20 años sirviendo en la Alabanza y Adoración, me he dado cuenta que no todos los que sirven tienen la motivación correcta para servir. Tristemente muchos llegan mostrando sus «mejores» habilidades para obtener una posición, un lugar en algún Ministerio (alabanza, oración, danza, etc).

También me ha tocado conocer hijos de Dios verdaderos que sin tener conocimiento de algún instrumento o de mostrar una habilidad se ponen al servicio de nosotros como Líderes y por obvias razones al servicio del Reino de Dios. Esto me recuerda a David, Él jamás buscó la posición de Rey, incluso mucho después de que Dios lo llamó para ser Rey, David siguió haciendo lo que le tocaba, cuidar ovejas, esa era su principal actividad hasta que Dios lo honro llamándolo a una actividad mucho mayor. Lo que Dios prueba es nuestra fidelidad.

Quiero describirte en 3 puntos lo que debes hacer si tu sientes la pasión por servir a Dios:

1. Tener la motivación correcta: No buscar un lugar en el escenario, en la plataforma, en la congregación, sino buscar primero agradar a Dios poniendo a Su disposición los talentos y habilidades que Él te dio para cumplir Su propósito en la tierra.
2. Desechar toda soberbia, separarte de la idea que por tu talento estás ahí. Hay muchos talentosos sirviendo, pero su motivación no es la correcta. Dios no está peleado con tu talento – Él te lo dio – pero si está peleado con la soberbia y la separación que nosotros mismos hacemos de algo que Él nos ha dado para edificar Su Iglesia.
3. La motivación correcta, de un corazón genuino nace en tu corazón. De ahí surge la necesidad de mantenerte en contacto diario con Dios, de seguir aprendiendo, de no conformarte con lo que hoy sabes, de aprovechar el tiempo, de seguir avanzando, de conocer nuevas personas, ayudar a otros y sobre todo de continuar sirviendo.

Hace poco una persona muy valiosa para mi me recordó las siguientes palabras: «en una pelea de Box el peleador nunca tira la toalla, el manager es el único que decide cuando tirar la toalla», Dios no se equivocó al elegirte para servirle, a estas alturas no debes «tirar la toalla» porque además no te corresponde a ti hacerlo.

Debes reencontrar el origen, la motivación correcta para seguir sirviendo hasta el último día de tu vida.

Academia de Danza y Artes Creativas. 2016